Magical Destroyers

Los otakus llevan varios años prisioneros de una agencia gubernamental. Desde entonces se ha levantado un movimiento para resistirse a esta tiranía. Otaku Hero, el líder, es el ejemplo perfecto.

Anarchy, Blue y Otaku Hero parten a buscar a la tercera chica mágica: Pink. ¿La pista? Un streaming de una rave online.

Con las tres chicas mágicas reunidas, Shobon decide enviar a un soldado muy especial para acabar con ellas.

El grupo protagonista se encuentra a otro grupo de otakus, pero son de la vieja escuela y parece que pese a luchar todos por lo mismo, son dos grupos que jamás conseguirán llevarse bien.

Nick traslada a Otaku Hero un rumor: hay cierto hombre que puede preparar una droga que potenciaría mucho a las chicas mágicas, algo ideal para enfrentarse a Shobon, ¿El problema? Que el hombre no parece querer trabajar gratis.

El ejército Shobon ataca Akihabara aprovechando que Otaku Hero y las chicas mágicas no están allí, pero mientras, ellos han conquistado Nakano por segunda vez.

Otaku Hero y las tres chicas mágicas caen en la trampa de otro de los Cuatro Reyes Celestiales, Adam, un adicto a los videojuegos que ha creado todo un ciberespacio en su cerebro donde es un dios.

Otaku Hero y la resistencia se prepara para llevar a cabo el gran evento con el que darán a conocer al mundo que la llama de los otakus sigue ardiendo con fuerza, pero ¿es una buena idea?

Cuando una misteriosa jovencita sosteniendo una cabeza parlante aparece en el Wanku, los presentes no tardan en descubrir que se trata de otro de los Cuatro Reyes Celestiales, y esta vez es un enemigo temible.

Con Slayer preparándose para atacar Akiba, Otaku Hero decide que no se quedarán esperando al enemigo y lanzarán un ataque contra el cuartel general de Shobon.

Otaku Hero ha descubierto lo que de verdad planea Shobon y cómo siempre han estado siguiendo su plan de forma inconsciente. Pero ¿qué oculta de verdad este villano que odia a los otakus?

Otaku Hero está destrozado tras descubrir lo que sucede de verdad, pero eso no impide que se lance contra Shobon con intención de derrotarlo. Por desgracia, su futuro parece complicado.